La infalibilidad ha sido una característica que usaron muchos de los que buscaron defender la credibilidad de la Biblia, pero la Biblia misma no hace tal declaración. En cambio la Biblia declara ser VERDADERA. “La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.” (Salmos 119:160) Es muy importante notar que VERDAD no significa INFALIBILIDAD. (Ver BIBLIA – ¿Se contradice a sí misma? y también BIBLIA – ¿Es inspirada por Dios?)
¿Totalmente Correcta o Incorrecta?
La posición ‘todo o nada’ no es una posición Bíblica, incluso si ésta ha sido proclamada por grandes hombres y gigantes espirituales. John Wesley, por ejemplo, escribió en su diario del 24 de Agosto de 1776: “No, si hubiera algún error en la Biblia, también puede haber miles. Si hubiera una falsedad en ese libro, tal error no viene del Dios de la Verdad.” Pablo nos dice, “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho” (Tito 3:9) y “ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe.” (1° Timoteo 1:4)
Una vez que conseguimos armonizar todos los detalles según nuestra necesidad, el miedo desaparece y podemos volvernos hacia la importante tarea de escuchar el mensaje esencial de la Escritura, buscando entender el propósito que Dios tiene de modo que Su verdad pueda vivir en nosotros. Las que pueden verse como contradicciones en la Biblia, aparentemente Dios las ha permitido. De cualquier manera, Jesús dijo cuando estuvo aquí en la tierra, que El vino para cumplir la ley y que el cielo y la tierra pueden pasar antes que ninguna de ellas pueda fracasar (San Mateo 5:17,18).
A través de los siglos Dios ha tenido testigos fieles a quienes El ha encomendado la verdad y quienes han preservado la Palabra de Dios. Los manuscritos de las Escrituras hebreas y griegas han sido preservados durante las edades a través de milagros de Dios.
¿Imperfecta y aún Digna de Confianza?
La conclusión común de varios lectores de la Biblia cuando piensan que encontraron una inconsistencia es tomar la posición de que si no podemos confiar en el registro Bíblico en esta parte, ¿podemos confiar en otra parte de él? La cuestión básica está en que sea o no digna de confianza requiere absoluta perfección. Si la Escritura es vista como un tratado de psicología, un documento científico, o una trascripción de asuntos puramente divinos, entonces tal vez uno puede hablar de un efecto fatal. Pero si la Escritura es más bien considerada como una carta familiar o una carta de un querido amigo y si determinamos la dignidad de confianza de la Escritura de la misma manera que lo hacemos al determinar la dignidad de confianza de una persona, entonces no es necesaria la perfección absoluta. La Biblia no nos es dada en un gran lenguaje sobrehumano, sino en el lenguaje de los humanos. Con el propósito de alcanzar al hombre donde estaba, Jesús habló en forma humana. Todo lo que es humano es imperfecto.
Necesitamos llegar al punto donde podemos tomar la Biblia tal como es... como la Palabra Inspirada. Necesitamos dejar que Dios se encargue de Su propio Libro como lo ha hecho por edades. Yo quisiera suplicar a aquellos que buscan posibles errores, y recomendarles que se acerquen a la Biblia y paren sus críticas con respecto a su validez; que obedezcan la Palabra. Si pudieran hacer esto, ninguno de ellos se perdería.
Unidad Humana y Divina en la Palabra
Por casi un siglo los eruditos críticos, liberales han acentuado la diversidad en los documentos de la Escritura, pero en el pensamiento teológico actual hay un renovado énfasis en la unidad esencial de la Biblia. Su gran principio unificador, su tema central, es el plan de redención y cómo se desarrolla ese plan en la historia humana. De cualquier manera, la unidad de la Biblia no debe ser interpretada como uniformidad. En los distintos libros de la Biblia el plan de redención es visto desde varios ángulos, y se le da importancia a varios aspectos, con un énfasis variante.
La Biblia, como la persona de su Autor, Jesucristo, es el resultado de una misteriosa combinación de lo divino y lo humano. Como la mente humana es incapaz de explicar completamente la encarnación, así no puede explicarse completamente la Biblia. Escribiendo los distintos libros de la Biblia, las personalidades propias de cada escritor han influido, y sus propios estilo y vocabulario están reflejados en el producto terminado. A pesar de todo, la Biblia es “inspirada por Dios.” (2° Timoteo 3:16,17) Mientras los hombres hacían sus discursos, los hacían de la manera como eran movidos por el Espíritu Santo (2° Pedro 1:21) De esta manera, la Biblia es en un sentido especial la Palabra de Dios.