Dios promete estar involucrado en el proceso de crecimiento espiritual que dura toda la vida. Está en la Biblia, Filipenses 1:6, "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".
Jesús es la fuente del crecimiento espiritual. Está en la Biblia, Colosenses 2:6-7, "Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias".