Cuando Cristo venga él se avergonzará de nosotros si nosotros nos avergonzamos de él. Está en la Biblia, Lucas 9:26, "Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles".
Nunca debemos estar avergonzados del evangelio; es nuestra fuente de poder. Está en la Biblia, Romanos 1:16, "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego".